En tanto que de rosa y de azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena,
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
EL AUTOR
El poema reproducido es el
soneto XXIII de Garcilaso de la Vega (1498-1503). Garcilaso es uno de los
representantes del espíritu renacentista, en sus poesías trata los temas
característicos del movimiento como el amor y la naturaleza. Su poesía se caracteriza
por ser intimista y por un estilo natural y elegante.
En su breve vida, Garcilaso escribió
40 sonetos, 3 églogas, 4 canciones petrarquistas, dos elegías y una epístola. Su
obra marcó una nueva lírica española.
LA OBRA
Podemos decir que el Soneto
XXIII es una de las obras más destacadas de Garcilaso y uno de los poemas más
destacados del Renacimiento, y dentro de este pertenece a la lírica culta.
Podemos ver que el poema
describe el rostro de una mujer joven, podemos intuir que va dirigida a la dama
Isabel Freyre, pero nos dice que disfrute de su juventud antes de que se haga
vieja y no pueda volver al pasado.
CONTENIDO
Argumento y tema:
Como hemos dicho, el autor
nos describe a una joven mujer, lo más posible es que sea su amada, y le quiere
decir que aproveche porque es joven, antes de que se haga vieja y quiera volver
al pasado. Con el argumento podemos hacer referencia a uno de los tópicos
literarios del Renacimiento, el carpe diem,
que quiere decir que aproveche el momento para disfrutar del presente y no
pensar en el futuro.
Estructura:
En la primera estrofa, nos
hace referencia al aspecto físico de la amada, donde se habla de su rostro
comparándolo con las flores, y la mirada la compara con la luz, porque nos dice
que tiene una mirada muy profunda.
En la segunda estrofa podemos
ver que nos describe el pelo rubio comparándolo con el oro, y cómo el viento lo
mueve alrededor del cuello de la mujer. Que nos diga que tenía el cuello blanco
en aquella época permite intuir que se trata de una mujer de una cierta clase
social.
En la tercera estrofa ya no
describe a la mujer físicamente sino que le dice que aproveche la juventud y
que disfrute del momento. Lo dice haciendo referencia a la primavera, porque cuando
venga el tiempo airado, la nieve, que significa la vejez, ya no podrá disfrutar
de la juventud. Es en esta estrofa que podemos ver claramente el carpe diem.
En la última estrofa le
quiere hacer como una advertencia porque le dice que todo el mundo va muriendo
poco a poco porque el tiempo va pasando y no podemos hacer nada para que se
pare.
EXPRESIÓN:
Estilo:
Garcilaso siempre utiliza un
estilo culto, elegante y natural. Utiliza un léxico refinado pero sencillo. El
poema tiene como una musicalidad típica en los endecasílabos de Garcilaso.
Podemos decir que el autor
nos hace una descripción muy idealista de la época diciéndonos toda la belleza
y la perfección de la amada, pero después nos dice que todo lo bueno y bonito
un día se acabará y que por ese motivo tiene que aprovechar el momento.
Métrica:
Como dice el nombre es un
soneto, por ese motivo podemos decir que se compone de dos cuartetos y dos
tercetos, con rimas ABBA ABBA CDE DCE. También observamos que la rima es
consonante, en arte mayor.
Recursos literarios:
Podemos observar que
Garcilaso utiliza la rima en eco, las asonancias internas, a lo largo del
soneto: Rima e-a: Versos 1 y 2: “azucena,
muestra” y verso 13: “edad ligera”. Rima e-o: Verso 2: “vuestro gesto”. Verso 3: “vuestro
honesto”. Verso 6: “escogió presto”. Verso 7: “hermoso enhiesto”. Verso 12: “viento
helado”. Rima e-e-a: Verso 4: “tempestad
serena”. Rima e-e:
Verso 9: “mueve, esparce y
desordena”. Rima a-e: “alegre primavera”. Rima i-o: Verso 10: “tiempo airado”[1].
Hipérbaton: Verso 4: “con
clara luz la tempestad serena”
Enumeración: Verso 1: “rosa y
azucena”. Verso 3: “ardiente, honesto”. Verso 7: “blanco, enhiesto”. Verso 8:
“mueve, esparce y desordena”.
Metáfora: Verso 9: “alegre
primavera” = juventud. Verso 10: “tiempo airado” = vejez
Anáfora: Versos 1 y 4: “En
tanto…”
Epíteto: Verso 7: “hermoso
cuello blanco, enhiesto”
Personificación: Versos 13 y
14: “todo lo mudará la edad
ligera / por no hacer mudanza en su costumbre”.
CONCLUSIÓN:
Personalmente creo que este
soneto dice muchas cosas. Al principio parece que lo importante de la época sea
la imagen de la mujer y que las personas tengan una mente muy idealista, porque
hace una descripción muy detallada del rostro de la mujer. Pero en cuanto
llegamos a los tercetos podemos encontrar una idea filosófica de la vida, el carpe diem.
También podemos saber que el
autor pertenece al Renacimiento porque utiliza elementos de la naturaleza y el
amor, al hablar de su dama amada.
[1] Además de este buen ejemplo
de rima interna asonante, pueden encontrarse numerosos ejemplos en los siglos
XVI y XVII de la modalidad conocida como «rima en eco», como el siguiente
soneto, atribuido con frecuencia a fray Luis de León, aunque su autoría real se
desconoce:
Mucho a la Majestad
sagrada agrada,
Que atienda a quien
está el cuidado dado,
Que es el reino de
acá prestado estado,
Pues es al fin de
la jornada nada
La silla real por
afamada amada,
El más sublime, el
más pintado hado
Se ve en sepulcro
encarcelado, helado,
Su gloria al fin
por desechada echada.
El que ve lo que
acá se adquiere quiere,
Y cuánto la mayor
ventura tura,
Mire que a reina
tal sotierra tierra.
Y si el que ojos
hoy tuviere, viere,
Pondrá ¡oh mundo!
en tu locura cura,
Pues el que fía en
bien de tierra yerra.