domingo, 4 de mayo de 2014

Garcilaso y Boscán en dos sonetos de Lope y Cristóbal de Castillejo

Los poetas Garcilaso y Boscán son protagonistas de dos sonetos, uno de Lope y otro de Cristóbal de Castillejo:


A LA NUEVA LENGUA

—Boscán, tarde llegamos. ¿Hay posada?
—Llamad desde la posta, Garcilaso.
—¿Quién es? —Dos caballeros del Parnaso.
—No hay donde nocturnar palestra armada.

—No entiendo lo que dice la criada.
Madona, ¿qué decís? —Que afecten paso,
que obstenta limbos el mentido ocaso
y el sol depinge la porción rosada.

—¿Estás en ti, mujer? —Negóse al tino
el ambulante huésped. —¡Que en tan poco
tiempo tal lengua entre cristianos haya!

Boscán, perdido habemos el camino;
preguntad por Castilla, que estoy loco
o no habemos salido de Vizcaya.

Lope de Vega


«Garcilaso y Boscán, siendo llegados»

Garcilaso y Boscán, siendo llegados
al lugar donde están los trovadores
que en esta nuestra lengua y sus primores
fueron en este siglo señalados,

los unos a los otros alterados
se miran, con mudanza de colores,
temiéndose que fuesen corredores
espías o enemigos desmandados;

y juzgando primero por el traje,
pareciéronles ser, como debía,
gentiles españoles caballeros;

y oyéndoles hablar nuevo lenguaje
mezclado de extranjera poesía,
con los ojos los miraban de extranjeros.

Cristóbal de Castillejo


         Los dos poemas son sonetos con la misma estructura: versos endecasílabos y rima consonante. En ambos poemas aparecen los mismos personajes, los poetas Garcilaso y Boscán.
         Los poemas son de distintas épocas: el de Cristóbal de Castillejo es del siglo XVI, y el de Lope de Vega, entre el XVI y el XVII, aunque los dos se refieren a poetas de principios del XVI.
         El argumento es diferente: el de Castillejo cuenta que los poetas amigos fueron a la tierra de los trovadores y hablaban un nuevo lenguaje con una poesía extranjera (se refiere a la nueva corriente que introdujeron en la península, el petrarquismo). El de Lope está escrito en forma de diálogo entre los dos poetas y una posadera. También están de viaje y hablan de una lengua que no entienden, como se si se hubieran perdido. Tiene el tono burlesco que caracteriza a Lope.
         El lenguaje del poema de Castillejo es de mejor comprensión mientras que el de Lope (sátira del estilo culterano de Góngora), a pesar de ser un diálogo, es muy culto y además aparecen palabras aparentemente inexistentes o muy infrecuentes (por ejemplo la forma arcaica obstenta, o depinge).

Marc Vaqué Vidal (1º BACH)

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